Cómo el rugby cambió mi vida (por Carmen Fernández)

Carmen, apodada en el equipo como Gochi, placando en uno de los partidos

Yo nunca he sido una persona muy segura de mi misma, y andaba pasando una mala racha, hasta que un día decidí probar a jugar al Rugby por primera vez. Nunca olvidare el día que fui a entrenar con el Club de Rugby Veleta. Me sentía perdida, y si me permitís la expresión, como “pollo sin cabeza” en el campo. Pero allí estaban todas las chicas del equipo y la entrenadora, animándome, haciéndome reír y explicándome todo con mucha paciencia.

Desde el primer día me hicieron sentir como una más de la increíble familia que todas juntas formamos, y todas aquellas inseguridades que antes tenía se volaron de un plumazo. A partir de ese momento, todo fueron buenos momentos, risas, nervios pre-partidos y buenos terceros tiempos.

A día de hoy, puedo mirar hacia atrás y ver todo lo que he avanzado, tanto en el campo como fuera de él, y todo ello ha sido gracias a ellas, a mis Veletas. Y por supuesto, al Rugby. Y es que este deporte, y este equipo, te hacen disfrutar cada  día, te enseñan unos valores maravillosos, y lo mejor de todo, te ofrece la posibilidad de conocer a personas maravillosas.

Por ello os animo a todas a que lo probéis, seáis como seáis y tengáis la edad que tengáis. Este deporte, y este equipo tiene las puertas abiertas para todas, y os aseguro que será una de las mejores experiencias que viviréis. En mi caso, ha sido así.